Debate Aborto Legal (Audio)
jueves, 21 de marzo de 2013
Climas
Abril 2012
Climas
Por Malena Haboba
@malehaboba
Últimos días del verano, ya ni tanto calor ni tanto frío. Sensaciones que realmente no recuerdo de ese día. Frivolidades, pequeñeces que en algunas situaciones pueden ser las únicas que registre, o que en otras como esta, el clima meteorológico sea imperceptible. El clima que sobrevuela es otro.
Es tiempo de dolor. Es de día pero se hizo noche, aunque por momentos asoma la claridad. Es como un eclipse invertido y viceversa. El aire es denso, pesado, aplasta. Falta. Y es justo ahí cuando estás por ahogarte o perderte en la oscuridad que parece abrirse el cielo, o el techo, para dejar pasar un haz de luz, el de la verdad.
Llegamos tarde. No recuerdo el clima pero sí el tránsito. La madre de Wanda estaba preocupada porque no podamos entrar. Inconvenientes sorteados, así lo hicimos. Culpa de la demora nos perdimos de escuchar al padre de Wanda, el primer testigo que declaraba ese día. No se puede ingresar a la sala en el medio de un testimonio. Nuevo aprendizaje.
Era el primer día del último mes que abraza el verano, y comenzaba el segundo día de audiencias del juicio de Wanda Taddei. Ese primero de marzo también se inauguraban las sesiones en el Congreso Nacional y hablaba la Presidenta, hecho que si bien era de público y personal conocimiento, no registré hasta la hora de los noticiosos, como los llamaba mi abuela.
Conurbanxs: El “T”ema de la identidad de género
Publicado originalmente el 13/07/12 en el portal notio.com.ar
El “T”ema de la
identidad de género
Conurbanxs
Nelson Giménez, Favio
Berreta y Leonardo Lamatta Triviño son integrantes de Jóvenes por la
Diversidad. Una agrupación del conurbano bonaerense que trabaja sobre
prevención y fortalecimiento de derechos en la población LGBT (Lesbianas, Gays,
Bisexuales, Travestis, Transexuales y Transgénero).
Por Malena Haboba
@malehaboba
Yo, monstruo de mi
deseo, carne de cada una de mis pinceladas,
lienzo azul de mi
cuerpo, pintora de mi andar.
No quiero más títulos
que cargar.
No quiero más cargos
ni casilleros a donde encajar,
ni el nombre justo que
me reserve ninguna ciencia.
Yo, mariposa ajena a
la modernidad, a la posmodernidad, a la normalidad.
Oblicua, bizca,
silvestre, artesanal.
Poeta de la barbarie
con el humus de mi cantar, con el arco iris de mi cantar con mi aleteo:
Reivindico: mi derecho
a ser un monstruo
¡Que otros sean lo
Normal!
El Vaticano normal. El
credo en dios y la virgísima Normal.
Los pastores y los
rebaños de lo Normal. El Honorable Congreso de las leyes de lo Normal.
El viejo Larousse de
lo Normal.
Susy Shock
“Reivindico mi derecho
a ser un monstruo” (Fragmento)
Firestone, Camino de Cintura, 21.15
hs. La imagen construida se derrumba apenas se divisa la rotonda. Un camión de
la bonaerense apostado en la Shell aparenta velar por la seguridad. La idea de
lo oscuro, lo oculto, lo prohibido, choca rápidamente con el ritmo cotidiano de
la ruta. El TALP que llega y gente que baja. Estudiantes, trabajadores y
trabajadoras que regresan a sus casas crean un clima de normalidad. A lo largo
de la avenida, las parrillas con sus luces encendidas y sus comedores llenos de
parejas y familias tradicionales, dan la idea de una doble moralidad. Dicen que
dicen, que les venden a 50 pesos la caja de preservativos que el Ministerio de
Salud entrega gratuitamente. Todo tipo de vehículos transita a gran velocidad.
Los que aminoran la marcha son los camiones y autos que van desde el medio pelo
hasta la 4x4, que en proporción equitativa se detienen por 10 minutos y 50
pesos (¿?), y luego siguen rumbo a la cotidianeidad. Chicas jóvenes, algunas “hembras
biológicas”, como bromea Leonardo, otras travestis y transexuales, pero en su
mayoría mujeres que no superan los 25 años, parecen haber decidido, a esa corta
edad, que su destino ya fue escrito.
Nelson, Favio y Leonardo se preparan
para salir rumbo a uno de los corredores de prostitución que frecuentan. Los
chicos de Jóvenes x la Diversidad se juntan en la casa de alguno de ellos para
preparar sus municiones. Arman bolsitas con 30 forros y en cada una de ellas
abrochan un papelito con sus números de celular. Es que son promotores del
Servicio de Salud Inclusivo para personas del colectivo LGBT (Lesbianas, Gays,
Bisexuales, Travestis, Transexuales y Transgénero) del Hospital Evita de Lanús,
un proyecto financiado por Naciones Unidas (PNUD, ONUSIDA y UNFPA) en convenio
con el Ministerio de Salud de la Nación, que funciona como puerta de entrada amigable
al servicio de salud general para este colectivo.
Se acercan a la primera esquina
donde encuentran chicas parando. “Hola, ¿quieren preservativos?”, dice Nelson.
“No, gracias, ya tenemos”, responden ellas. Están por irse y vuelven sobre sus
pasos: “Son gratis”, contraataca el joven. “Entonces ¡sí!”, y aceptan con una
tímida sonrisa. Eran sólo dos, ellos ya se iban y los llaman porque llega otra.
Y después otra, y otra. Tres veces cruzan esa esquina. La última en llegar les
dice: “Yo iba a ir al consultorio al ginecólogo, pero bueno…”, y ahí retoman
una breve charla que había quedado trunca, corta, porque el tiempo vale plata.
Una, dos, tres veces recorren el camino. Ida y vuelta, ya saben dónde paran,
dónde están. Si en determinada esquina no hay ninguna, vuelven a pasar para
encontrarla. En diez minutos va a estar ahí.
Entre Once, Constitución y Camino de
Cintura, reparten sus noches de militancia. Agarran morral, mochila y cargan
los volantes del Servicio y los pack de preservativos para distribuir. “Para nosotrxs, lo más
importante y estructural fue la sanción de la Ley de Identidad de Género,
porque el colectivo que más sufre es el transexual y el de las travestis, que
no tienen acceso a la identidad, al trabajo, a la salud y a la educación, y por
eso mueren”, dice Leonardo refiriéndose al promedio de vida de 35 años que
tiene este sector, en su mayoría por ser portadoras de HIV, de otras
enfermedades de transmisión sexual, y por no poseer acceso a la salud. Aportar
a revertir esta situación es el gran desafío de esta agrupación.
Ser “puto” en el conurbano no es
nada fácil, ni qué hablar en un pueblo de otras provincias donde el machismo
está mucho más arraigado en la estructura social y del Estado. La discriminación
está en todas las clases sociales y en todos los barrios por igual. La
diferencia principal está en la falta de recursos económicos, culturales e
institucionales. Jóvenes por la Diversidad surge en el 2006 en Morón, producto
de un grupo de chicos que no encontraban un espacio para tratar la cuestión gay
en los barrios del conurbano bonaerense. Todo sucede en Capital, la marcha del
Orgullo Gay, la televisión, la política, la militancia. Pero en el conurbano no
pasaba nada. Así fue que comenzaron a juntarse primero en grupos de reflexión y
después para hacer talleres, ciclos de cine y otras acciones en el territorio.
Hoy combinan esas dos líneas de intervención con la representación
institucional.
Se fueron multiplicando las
actividades y se extendieron hacia la zona Sur. Juan Pablo Panebianco,
referente de este grupo, es Coordinador de Políticas de Género y Diversidad
Sexual del Municipio de Lanús, el primer distrito del país que tiene un espacio
institucional específico de la diversidad. La nueva etapa política los
entusiasmó para encarar ese desafío hasta el momento desconocido, la gestión y
la posibilidad de generar políticas públicas y leyes que amplíen los derechos
de este colectivo. Derechos que pueden significar una línea divisoria entre la
vida y la muerte, pero por sobre todo, denotan lo que determina la calidad de
vida, el poder vivir como eligen hacerlo, serlo.
Jóvenes por la Diversidad forma
parte del Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género y participó de la
elaboración del proyecto. Como en todos los espacios, éste no está exento de
diferencias y discusiones. Hubieron cuatro propuestas presentadas en el
parlamento, el debate principal se dio entre las organizaciones de este
colectivo. Leonardo se acomoda los anteojos que cada tanto se le caen, deja por
un momento de meter preservativos en las bolsas, y se prepara para exponer su
visón de la complejidad de este proceso.
Uno de los proyectos presentados era
una copia del modelo español, donde se patologizaba la identidad, al solicitar
una pericia psiquiátrica, y al obligar a acreditar una operación quirúrgica y
adecuación hormonal para lograr el cambio registral del nombre. “Criticamos eso
porque la identidad es una construcción personal, sumamente individual. No es
lo mismo en una persona que en otra, es un proceso que lleva muchos años
construir, asumir y reconocerse. Ninguna persona, por más título que tenga, tiene
potestad para decidir quién podés ser vos. Entonces se crea el Frente Nacional
por la Ley de Identidad de Género, donde confluyen referentes como Lohana
Berkins, Marlene Wayar, Diana Sacayán, Mauro Cabral y un montón de otras
organizaciones. El proyecto del Frente fue consensuado, discutido y aprobado por
todo ese colectivo”, cuenta Leonardo. La propuesta traída de España fue
acompañada de estudios sociológicos, antropológicos y psicológicos, “divinos”,
dice Leonardo con un acento que profundiza la ironía del término. Eran investigaciones
hechas por intelectuales europeos, con una mirada que no se adecuaba a la
realidad argentina. Ninguna de las personas que hicieron esos informes eran
transexuales o travestis, por eso creyeron necesario poder hablar desde la
propia voz.
Finalmente, el proyecto que se
convirtió en la ley 26.743 fue el propuesto por el Frente. La normativa es la
más integradora. Plantea el cambio de registro de identidad en la partida de
nacimiento y en la primera página del DNI. También permite la fotografía tal
cual se presenta la persona. Esto facilita el acceso igualitario a la salud y
se visibiliza por primera vez la problemática que en ese sentido tiene el
colectivo trans. Por sobre todo, reconoce el derecho a la autodeterminación,
sin previa autorización, “sin tener que probarle a nadie quién sos”, dice
Leonardo. “El derecho a la
identidad como uno mismo lo siente, no como otro diga que tiene que ser. Todo
esto basado en cuatro conceptos: la despatoligización, ya que las identidades
trans todavía son reconocidas como una enfermedad psiquiátrica por la
Organización Mundial de la Salud, la desestigmatización, la desjudicialización,
ya que el trámite es expeditivo en el Registro Nacional de las Personas, no
requiere aprobación judicial, y es sólo bajo propia voluntad. El otro eje es el
de la descriminalización, porque apunta a limitar las prácticas condenatorias
por parte de las fuerzas de seguridad para con la población LGBT, especialmente
las travestis, transexuales y transgéneros”, explica el joven.
Favio irrumpe en la conversación y
quiere dejar sentada su opinión. Él vive en Longchamps y sabe de las
dificultades extras que aporta la pobreza a la discriminación, entonces dice: “Por
sobre todos estos conceptos está el de la igualdad, ya que el trámite es
totalmente gratuito, no se necesita un abogado para realizarlo, ni viajar hacia
algún punto específico del país, se realiza en la sede del Registro Nacional de
las Personas que corresponda.”
La cuestión de la identidad no es
algo lineal, ni gratuito. Saben que todavía tienen enormes obstáculos por
superar. La famosa transformación cultural en una sociedad patriarcal puede
llevar años, siglos, proceso que puede ser interminable si no se realizan
cambios estructurales desde la legislación y otras instancias del Estado. Este
colectivo, así como el de las mujeres, son prueba de ello al punto de
convertirse en víctimas fatales. La ley de Identidad de Género es un paso muy
importante en este sentido, pero hay una letra que falta, la T. Si bien esta
norma es superadora, ya que es la primera en el mundo con estas características,
esa ausencia le cuesta caro a travestis, transexuales y transgénero. “Hay
personas trans que no se identifican con el status social de ser varón o mujer.
Hubieron quienes pasaron una vida muy dura, una construcción personal de la
identidad que les llegó a significar la muerte por asumirse como quienes eran.
Muchxs no se sienten varones o mujeres, simplemente se reconocen trans, y esta
ley todavía no permite que el casillero del documento tenga una T. Lxs obliga a
inscribirse en la autoritaria norma de lo binario”, concluye Leonardo. Ese es
un reto para este grupo de jóvenes, ser parte del profundo cambio cultural que
no pudo ser incluido en esta ley. Ese debate está por comenzar. Ha llegado la
hora del día T.
Contactos:
http://malehaboba.blogspot.com.ar/
@malehaboba
malehaboba@gmail.com
Jóvenes por la Diversidad:
www.jovenesporladiversidad.blogspot.com
jovenesxladiversidad@gmail.com
Consultorio Inclusivo para personas LGBT:
Coordinación de Políticas de Género y
Diversidad Sexual del Municipio de Lanús:
Tel: 4229-2519 (Lunes a Viernes, de 8 a 17 hs.)
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